El barrio
de Flores no tiene acta de nacimiento; surgió como un pueblo luego de la
parcelación de la chacra de Juan Diego Flores quien la había adquirido en 1776.
Esta finca, que tenía 500 varas (433 m) de frente al Riachuelo por una legua
(5.500 m) de fondo, se extendía desde el actual Cementerio de Flores hasta la
avenida Álvarez Jonte, pasando por lo que hoy es el centro del barrio. Después
de la muerte de Flores, acaecida en 1801, su hijo adoptivo Ramón Francisco y el
apoderado de la familia, Antonio Millán, planificaron el futuro pueblo e
iniciaron la venta de parcelas a ambos lados del Camino Real (hoy Avenida
Rivadavia).
En
aquellos tiempos era costumbre generalizada identificar parajes, caminos y
accidentes geográficos con el nombre del propietario de las tierras. Fue
natural, entonces, que el pueblo que se estaba formando tomara el nombre de
Flores.
Creación
del Curato de San José de Flores
A todo
esto, el nuevo obispo de Buenos Aires, Benito de Lué y Riega, había iniciado en
1803 una larga recorrida pastoral con el propósito de ponerse al tanto de las
necesidades de su feligresía. Fue así, entonces, que decidió tomar parte de los
territorios de los curatos de La Piedad, Montserrat, San Isidro y Morón para
erigir uno nuevo. Para ello, la familia Flores donó una manzana para levantar
el edificio de la iglesia parroquial, otra para plaza –camino principal de por
medio– y una tercera para instalar los mataderos públicos del pueblo.
El
expediente fue elevado al Virrey Sobremonte tres años después y el 31 de mayo
de 1806 se erigió formalmente el nuevo curato que se denominó de San José de
Flores. De ahí que el 31 de mayo sea considerado como “Día del barrio de
Flores”. Debieron pasar casi dos siglos para que, a instancias de la Junta de
Estudios Históricos de San José de Flores y mediante un proyecto presentado por
el diputado Felipe Figuerero, esta fecha fuera oficializada por la Legislatura
porteña con la sanción de la Ley N° 408/00.
La
primitiva iglesia fue construida a fines de 1806 sobre la actual Rivera Indarte
entre Rivadavia y Cnel. Ramón L. Falcón. No fue más que una capilla de barro y
paja que las inclemencias del tiempo destruía constantemente. A un costado
estaba el camposanto. Desde allí, la jurisdicción de la nueva parroquia se
extendía por 5 km hacia el este, 8 km al oeste, 9 km al norte y 5 km al sur.
Nuevo
partido provincial
Ahora
bien; ¿cómo surgió el partido de San José de Flores? Del mismo modo que el
pueblo, tampoco existen constancias de su creación. Según parece, surgió
implícito en el auto de erección de la nueva jurisdicción eclesiástica y sus
límites fueron casi los mismos que los de la parroquia. Finalmente, su
existencia quedaría oficializada en el Acuerdo del Cabildo del 1° de diciembre
de 1810 cuando se designaron los Alcaldes de Hermandad para el año siguiente.
Allí se lo denominó confusamente como “Partido de Flores o Morón”, eligiéndose
a Antonio Millán como primer alcalde.
Ilustres
figuras de nuestra historia tuvieron propiedades y moraron en Flores, como Juan
José Paso –uno de los primeros en comprar tierras–, Ambrosio Mitre (padre de
Bartolomé), el general José Rondeau, el coronel Cornelio Zelaya, el marino José
Murature y el coronel Pedro Rosas y Belgrano. El vicepresidente Marco Paz y el
doctor Pedro Goyena vivieron y fallecieron en Flores.
Iglesias
y cementerios
A la
precaria capilla mencionada anteriormente le siguió una segunda iglesia, obra
de Felipe Senillosa, construida sobre el Camino Principal de Flores (hoy
avenida Rivadavia) con los auspicios de Juan Manuel de Rosas e inaugurada el 11
de diciembre de 1831. Con el tiempo, su estructura edilicia se fue deteriorando
de tal modo que debió demolerse para construir en su lugar el templo que hoy se
yergue majestuoso en el corazón del barrio. Fue levantado por los maestros
constructores Andrés Simonazzi y Tomás Alegrini sobre un proyecto de los
arquitectos italianos Benito Panunzi y Emilio Lombardi. La obra fue posible por
el empuje y decisión del párroco Feliciano de Vita, quien pidió colaboración,
consiguió importantes donativos y enajenó fracciones de terrenos en la misma
manzana. Quedó inaugurado el 18 de febrero de 1883.
En 1911
se concedió a la iglesia de Flores todas las indulgencias y privilegios de la
Basílica de San Pedro en Roma, a la que fue agregada, y al año siguiente fue
elevada a la categoría de Basílica Menor por el papa Pío X.
Una vez
clausurado el pequeño camposanto situado a un costado de la primitiva capilla,
en septiembre de 1832 quedó habilitado un segundo cementerio en la manzana de
las actuales Varela, Remedios, Culpina y Tandil, con frente a la primera de las
nombradas. Finalmente y en orden al avance de las edificaciones que iban
creciendo a su alrededor, fue inhabilitado para nuevas inhumaciones a partir
del primer día de 1872. Previamente, el 9 de abril de 1867 había sido
inaugurada su tercera y actual locación en Balbastro entre Varela y Lafuente.
Fuente: Cuaderno Presencias nº 95 - "Flores" por Ángel O. Prignano - 2004
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